Ubicada al pie de la majestuosa montaña de Gredos, esta vivienda de 100m² ha sido transformada en un refugio acogedor, donde cada detalle ha sido pensado para maximizar el confort y la conexión con el entorno natural.

La elección de materiales nobles como la madera, la piedra natural y el mármol travertino ha sido clave para crear un ambiente cálido y armonioso.

Al entrar, uno es recibido por un espacio abierto y luminoso, con grandes ventanales que invitan a admirar el paisaje montañoso. La distribución del espacio ha sido diseñada para favorecer la fluidez y la comodidad, con una sala de estar que se extiende hacia una zona de lectura y trabajo, perfectamente integrada.

La madera, presente en revestimientos y mobiliario, aporta calidez y un toque de rusticidad que contrasta elegantemente con la modernidad del mármol travertino. La decoración, minimalista pero cuidadosamente seleccionada, complementa la sensación de serenidad y amplitud del espacio.

En definitiva, esta reforma interior no solo ha renovado una vivienda, sino que ha creado un verdadero hogar, donde la naturaleza y la arquitectura se fusionan para ofrecer un espacio de paz y bienestar.

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